Estimada señora María del Mar Moreno Ruíz:
Me presento ante Us. como un alumno de secundaria (de 2º de
Bachillerato) de un pequeño pueblo de Almería, llamado Olula del Río. El motivo
de mi carta no es otro que mi inconmensurable sorpresa al conocer el resultado
de las concesiones de Becas y Ayudas del Estado (becas para
estudiar/bachillerato) presentadas el pasado año 2012 para el presente curso
escolar.
No cabe en mí el desconcierto creado cuando descubría hace
bien poco los resultados en lo referente a la “Beca 6000” de la cual su
consejería (Consejería de Educación de la Junta de Andalucía) es responsable. Y
bien, estos resultados llevan cuanto menos a la duda sobre los métodos de
beneplácitos para su dación, que, dejando mucho que desear no solo son propensos
a no aportar ayuda alguna a familias económicamente insuficientes que lo
necesitan, sino que además, son Uds. proclives a dotar de estas a aquellos que
son gozosos de amplias situaciones de solvencia.
Créame, señora, cuando le afirmo mi rotunda tristeza al
observar cada día como jóvenes de mi edad, exhaustos de estudiar para tratar de
conseguir algún subsidio, son derrotados por la tenebrosa situación económica
de la cual somos padecedores, y no sólo eso, sino que son, además, tendentes a
creer (neciamente) que el gobierno Central o Uds. (en los cuales yo depositaba
la totalidad de mi esperanza) podrían, en un acto de gratitud o fidelidad hacia
los ciudadanos que han jurado servir (y de los cuales no lucrarse), tratar de
aliviar la pesada carga a la que son sometidas aquellas familias que han de
abonar la exorbitada cuantía que supone financiar una carrera universitaria a
sus hijos. No obstante, Uds. se dedican a conceder becas y ayudas, si me
permite la expresión, por arte de “birlibirloque”, atendiendo a motivos de
renta que, perfectamente, pueden ser
modificados (a favor de estas familias no necesitadas) sin que Uds., que no
dedican ni una inspección seria a este tema, se percaten lo más mínimo.
Todo ello a sus espaldas, señores del gobierno de la Junta,
y permitido, asimismo, por Uds.
Sepan que esta carta no es una queja, no es una presentación
de recurso, no es una denuncia social y ni tan siquiera una reclamación, sino
un llamamiento a la cordura, señores. Este escrito es más que una petición (de
tantas, imagino) para que sean Uds. de una vez conscientes de las nimiedades
que son capaces de cometer, abandonando así su labor natural como institución, contra
las familias de rentas bajas e ignorándolas, y premiando a los defraudadores y
acomodados burgueses y empresarios.
Yo no gozo de una cuantiosa situación económica, pero
tampoco consideraría imprescindible o indispensable una extensa ayuda suya, sin
embargo, y esto es lo verdaderamente grimoso y desmoralizador, bien sabido es
por Uds. que miles de estudiantes en Andalucía no podrán continuar sus estudios
en las universidades por falta de dinero, dinero que no obstante y muy
reprochablemente Uds. dedican a ineficaces empresas públicas, enormes sueldos,
coches oficiales, comidas y demás banalidades, señores de la junta.
Y sepan que no es pretensión mía insultarles o ridiculizarles
por sus actos, pero sí desearía fervientemente que me escucharan sus
conciencias, que supieran que, por ejemplo, mi padre llevaba 30 años como
trabajador autónomo, cotizando a Hacienda y pagando, pagando y pagando los
numerosos impuestos municipales, autonómicos y estatales, cuando hace dos años
presionado por las circunstancias financieras se vio obligado a ir a trabajar
al extranjero, en el cual lleva dos años realizando su oficio.
De todos es sabido que parte de la financiación de la Junta
de Andalucía (junto con las restantes CC.AA.), para la cual Uds. trabajan, es
subvencionada por el Estado Central. Pues bien, ¿saben Uds. que mi padre, al
igual que TODOS los españoles que trabajan en el extranjero, está obligado a
pagar un impuesto (impuesto sobre la renta a los residentes en el extranjero) por poder acceder al mundo laboral fuera de
nuestra nación? ¿Y saben que parte de ese impuesto repercute directamente sobre
las CC.AA. de las cuales Uds. forman parte? Y finalmente ¿Saben que sin ir más
lejos, cuando finalice el presente año 2012, mi padre habrá contribuido por ese
ineludible impuesto con una suma exorbitada a las arcas del Estado Español?
Suma que, no obstante y sin más dilación, Uds. desperdician “a troche y moche”
e incansablemente, año tras año.
Pero incluso a pesar
de esto, yo no deseo becas que sean moralmente dudosas, ni siquiera deseo la
más mínima ayuda que ponga en duda mi integridad como persona y respetable
ciudadano andaluz, tan sólo les pido, les exijo como uno más de sus habitantes,
y apelando a su responsabilidad y justicia, que no sean raudos y ligeros a las
hora de regalar ayudas, que han de hacer eso mismo, ayudar, y no premiar a
aquellos que les sobra de todo (y son suficientemente inteligentes para
engañarles) en detrimento de aquellos que no tienen de nada.
Sepan, además, que este ya es el segundo año consecutivo que
me percato de estas irregularidades, que, lejos de ser subsanadas por su
gobierno, son amplificadas.
Bien claro ha de quedar que esto no es un discurso político,
ni una reclamación, pero es profundamente desalentador que Uds. que se hacen
llamar “amigos de sus ciudadanos” no son ecuánimes para con nosotros, ni
equitativos. Uds. cumplen las promesas de conceder becas, pero ¿cómo señores?,
¿de qué manera cumplen sus promesas?
Desde luego, no justamente. ¿No son Uds. capaces de tratar
de reducir la enorme brecha que separa a familias pudientes de pobres (por muy
duro que resulte decirlo)? Claro que lo son, son muy capaces, y nosotros, los
ciudadanos que les votamos, los que depositamos esperanzas en Uds., somos
continua y constantemente decepcionados con sus actos. Somos víctimas de sus
contubernios, señores de la Junta.
Yo no demando nada para mí, pero les pido, les insto a que
sean conscientes del enorme potencial de nuestra comunidad para reducir la
brecha social, por medio de la educación y las becas, a través de JUSTAS
medidas, de aportación de soluciones eficaces y concienzudas (esta es la
palabra).
Les pido atención, y
espero Uds. sean capaces de remediar sus errores, sus resbalones y sus faltas,
para que finalmente, y no a mucho tardar, todos, juntos, seamos capaces de
aportar un verdadero proyecto común, viable y provechoso para nuestra eterna
isla verde llamada Andalucía.
PD: Aguardo anhelante que Uds. tengan la enorme amabilidad y
responsabilidad de contestar esta carta (y no como muy reprochablemente
hicieron el pasado año, en el que no obtuve ni la más mísera respuesta a mi
reclamación sobre la “Beca 6000” anteriormente mencionada).
Confiando en su profesionalidad y quedando por mi parte
abierto a cualquier argumento que quisieran exponerme, les dedica un cordial
saludo:
Enrique
Martos Garrido
Realmente asombroso Veritas, brillante. Esto debe ser oficialmente publicado.
ResponderEliminarEnrique!!! Soy Carmen, sin palabras!! Me encanta que haya gente así! Y que como comentastes, a lo mejor no obtienes respuesta, pero lo importante es que esa carta sea leía y sepan que no somos tontos, que nos damos cuenta de las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo!!